Presente a pesar de la ausencia
31 de Abril de 2014. Esa era la fecha de su mayor alegría, el día con el que venía soñando hacía mucho tiempo. Su viaje por fin había llegado. Y con el, miles de planes, cosas por organizar, comprar, agendar. Y en el medio: yo, claro.
Es que su planificación existía mucho antes de mi llegada. Y con solo un mes y medio de relación, otro mes a una distancia de 15.000 kilómetros se interpondría entre nosotros.
Si te pasó, al igual que a mí, el tener que atravesar algo similar a lo comentado entenderás un poco de lo que voy a hablar a continuación.
Partiendo de supuestos (sólo supuestos) y con el bagaje de malas experiencias amorosas a cuestas, antes de su partida podía llegar a especular que ocurriría lo siguiente:
No volverá más (o vuelve y ya no quiere estar conmigo)
En el mejor de los casos continuaremos juntos, pero por un mes sin contacto.
No me llamará, no me anoticiará de sus buenas nuevas.
Tendrá sexo con otras minas (y no me lo dirá, obvio)
Ya no me querrá como antes.
Pero no. Nada de todo lo malpensado, y afortunadamente prejuicios equívocos, se cumplió J
Antes de conocerlo, compraba el verso de que el “estar lejos” justificaba al no acercamiento, cuando en realidad si el interés es verdadero y el amor es real nada impide mantener intacto el sentimiento, la demostración de amor, e incluirse mutuamente en su diaria, a pesar de la distancia.
Y él, estando allá, me demuestra que sigue conmigo, acá. Porque lo siento, a pesar que lo extrañe, claro. Lo encuentro cuando lo necesito, y él sabe cómo buscarme. Le respondo cuando me llama, y sabe cómo sorprenderme. Me incluye en su agenda de viaje, y no hay nada más agradable que sentir el amor presente a pesar de la ausencia.
Admito que fui un poco prejuiciosa ante su partida, y admito también que prevaleció, al principio, mi parte miedosa e insegura, la que me hacía pensar que la distancia podría empañar la pasión. Y reitero: fue la mala experiencia la que me marcó para pensar erróneamente que el desapego se haría protagonista en la relación.
Hoy aprendo que estando lejos, se puede permanecer cerca.
Que argumentar la diferencia horaria entre continentes no es más que un verso barato para justificar la inacción..
Pensar que “por estar de paseo” no da tiempo para acercarse es en realidad otra demostración de desinterés..
Que el tipo de cambio no ayuda a la comunicación: bla bla bla. 2014, revolución de la conexión digital: libre, gratis e ilimitada ¿de verdad alguien puede dejar de comunicarse con esta excusa?
31 de Mayo de 2014. Esa es la fecha con la que vengo soñando desde hace 31 días. Porque este tiempo de su viaje me enseñó que la inclusión y sobre todo el amor con buenas intenciones puede vivir a pesar de cualquier distancia.
